El método de articulación progresiva entre la eticidad martiana y la formación ético-profesional, tiene una estructura interna y se conforma por componentes de naturaleza formativa, axiológica, instrumental y afectiva, a través de un sistema de niveles y procedimientos que revelan esa naturaleza.

Para que los niveles de formación ético-profesional desde la eticidad martiana se articule con los procedimientos del método, debe implicar: proceso de formación ético-profesional, la eticidad martiana y modos de actuación ético-profesional en los contextos formativos universitarios; y de las categorías que lo sustentan, la eticidad martiana, es expresión de su regularidad, parte de ella, en la medida que el estudiante se involucra en procesos universitarios en torno a su propio comportamiento personal, valores que comparte; reconoce y asume la formación ético-profesional pedagógica desde la eticidad martiana como la vía más legítima de intercambio humano.

Este método es una manifestación dinámica instrumental de la lógica de la concepción revelada y se concibe para estructurar el proceso de formación ético-profesional en función de desarrollarlo desde la eticidad martiana, se caracteriza por ser consciente, reflexivo, formativo, significativo y contextualizado, contribuyendo así a educar modos de actuación éticos-profesionales.

Su principal intencionalidad dentro del proceso de formación ético-profesional en las carreras universitarias, es promover la transformación paulatina, pero a la vez coherente, con las necesidades personales y sociales en este proceso, y para que exista tal transformación, es necesario sistematizar sus procedimientos de acuerdo a la diversidad y complejidad de los diversos contextos universitarios.

Tiene carácter particular, pues al emerger del sistema de relaciones reveladas, los niveles de especificidad en el proceso de formación de la ético-profesional desde la eticidad martiana, dependerán de la dinámica que se va estableciendo entre la instrucción ética, la educación ética y la orientación ética; en él se potencia una integración académica, laboral-investigativa y extensionista, de una manera lógica y coherente con el proceso de la formación inicial del futuro profesional. Como características esenciales del método se destacan:

• Su carácter axiológico: porque el futuro profesional puede apropiarse de herramientas que le permiten realizar una reflexión acerca de los valores, la valoración y el proceso de formación de valores en el que se está formando y que a su vez tiene que formar en sus educandos. Por cuanto no se trata de una transmisión fría de valores, más que enseñar y tratar de educar valores fijos, se trata de enseñarlos a valorar por sí mismo, a reflexionar, desde la argumentación y la crítica, sobre el contenido del cual se nutren valores universales como la justicia, la solidaridad, la equidad, de acuerdo a las situaciones y escenarios concretos, se trata de preparar al futuro profesional para que pueda orientarse valorativamente de modo correcto ante cualquier sociedad de que se trate eventualidad de su vida personal, profesional y social.

• Su valor formativo: está relacionado con la formación de los autorreferentes morales, en la cual se articulan la autoestima, la autovaloración y la autodeterminación, se trata de fomentar la autonomía moral, está en correspondencia con el proyecto ético social y profesional, se trata además de concientizar la propia manera de ser moral; y está relacionada con el ejercicio de la profesión, a partir de postulados éticos como el respeto, la aceptación, la igualdad, la solidaridad, la justicia y la equidad, desde la razón y desde el sentimiento.

• Su carácter flexible y dinámico: permite orientar un pensamiento dialéctico del movimiento del proceso de articulación de la formación ético-profesional desde la eticidad martiana.

• Su carácter contextualizado: se aplica en correspondencia con el carácter que se articula de las relaciones que se contraen en el escenario de formación ético-profesional.

• Su carácter multidimensional: la ética se compromete no sólo con las conductas y comportamientos, sino establecen acciones que permiten apreciar las valoraciones conscientes entre lo ético, lo estético, el arte, la política, las leyes y los sentimientos.

Las características del método se pueden explicar a partir de su función general relacionada con las finalidades del propio proceso de formación ético-profesional pedagógica desde la eticidad martiana del futuro profesional, establecer qué metas se persigue lograr en la actividad que realiza y donde transcurre este proceso; esta función general se realiza a través de las siguientes funciones específicas:

• Función de reflexión ético- social

• Función de comprensión ético- social crítica.

• Función de argumentación ético-profesional desde la eticidad martiana.

• Función actitudinal ético-profesional desde la eticidad martiana.

La función de reflexión ético-social implica, desde lo cognitivo: el desarrollo del pensamiento del profesional en formación sobre cuestiones éticas acerca de los conflictos éticos-sociales y las jerarquías de valores, significa que se forme puntos de vista propios y además adoptar puntos de vista diferentes, y desde lo afectivo indica: la necesidad de desarrollar la empatía de los sentimientos y emociones con los otros. Es el proceso que le permite al estudiante captar lo esencial de la realidad desde la perspectiva de los conceptos éticos, para incidir, a través del juicio en unidad con los sentimientos y las emociones, en su propio comportamiento ético social.

La función de comprensión ético-social crítica posibilita el desarrollo de la valoración ética ya que se puede avanzar desde el análisis de situaciones reales y próximas a la vida de los estudiantes hasta situaciones más alejadas y complejas como son las realidades económicas, políticas y sociales del mundo contemporáneo.

Se trata de promover el interés por recabar más información de las realidades concretas que se analicen, construir un conocimiento ético sobre el tema que se trate, valorarlo y mejorarlo en la medida que corresponda, implica conocer la situación, conflicto o proceso que sea objeto de análisis, mediante la adquisición de información objetiva, comprender a través de la reflexión y el diálogo las razones que pueden existir, valorarlo críticamente y asumir posiciones de forma autónoma y con suficientes argumentos.

La función de argumentación ético-profesional desde la eticidad martiana se refiere al desarrollo de la capacidad para exponer una opinión, ideas, puntos de vistas, criterios, mediante un argumento de naturaleza ético-profesional pedagógica, la interpretación, la formulación, la explicación, el procesamiento y la evaluación de información relacionada con la eticidad martiana. Es expresión de la capacidad del estudiante para articular e integrar contenidos ético-profesionales teniendo en cuenta las experiencias, vivencias, puntos de vistas, opiniones y criterios, es decir para asumir los procesos, objetos y fenómenos de su rol profesional, explicarlos y valorar la acción que ejerce sobre ellos, de acuerdo con la eticidad martiana: respeto, responsabilidad, honradez, aceptación, cooperación, justicia social y equidad.

Función actitudinal ético-profesional desde la eticidad martiana: que supone su papel como articulador de respuestas en contexto, a partir de los valores éticos plasmados en el pensamiento martiano y expresados en su eticidad, en tanto revelan cualidades del modo de actuación ético-profesional, desplegadas como parte de la actitud reflexiva que propicia el método en los sujetos en formación.

Desde el proceso formativo de las carreras universitarias se modela gradualmente la configuración de la formación ético-profesional desde la eticidad martiana mediante la instrumentación del método de articulación progresiva entre la eticidad martiana en la formación ético-profesional. Para ello se elaboran procedimientos formativos y acciones que viabilizan la puesta en práctica del método (Figura).

Los procedimientos son el eslabón fundamental del proceso formativo y lo caracteriza el orden de la actividad conjunta entre los profesores y los estudiantes. Los que se presentan a continuación tienen el propósito de guiar el trabajo formativo de las carreras, para que los profesores asesoren y estimulen la formación ética profesional pedagógica desde la eticidad martiana, como parte de la preparación profesional de los estudiantes. Los procedimientos son:

Problematización ético-profesional: es la operación inicial para instrumentar el método, se despliega a través de un sistema configurado por las orientaciones del docente que se encaminan a constatar si el problema o contradicción de carácter ético detectado o presentado es lo suficientemente global e integrador como para estructurar un proyecto para su solución, de manera que se generen aprendizajes éticos que impacten en el desarrollo de la formación ético-profesional del estudiante.

Este procedimiento permite actualizar su motivación por el aprendizaje ético-profesional y sus conocimientos en torno a la ética axiológica martiana a través de preguntas y/o situaciones modeladas que se generen para esos fines, estas estarán encaminadas a la reflexión de los problemas morales; él se debe incitar a la autorreflexión.

El análisis de los problemas actuales de la sociedad y de la formación profesional del estudiante universitario se despliega en la búsqueda y descubrimiento de problemas típicos de la convivencia, las relaciones interpersonales, la actitud ante la vida y la futura profesión.

Los problemas deben surgir de necesidades reales de los alumnos, de situaciones nuevas para ellos, que generan dudas, lo cual asegura la motivación y el diálogo ético de éstos. La tarea fundamental del docente es ayudar, en términos de orientación, a los estudiantes para definir con claridad y precisión el conflicto ético que debe resolverse. El problema se hace consciente en el estudiante a través de las interrogantes que se plantea y a su vez generan nuevas preguntas que estimulen la búsqueda, la interrogación profesional, personal, lo que hace que estos se sientan responsables de sus actos y de su de formación ética profesional pedagógica desde la eticidad martiana, por cuanto es él quien busca y encuentra las respuestas requeridas. La solución de los problemas presentados posee un fuerte potencial diagnóstico en cuanto a motivación ética y aprendizaje ético, en cuanto a la ética de este estudiante.

Confrontación ética: es la segunda operación para instrumentar el método, el docente confronta la formación ética que trae el estudiante antes de entrar a la universidad, con la formación ético-profesional desde la eticidad martiana. Esto conduce a un cuestionamiento de la ética y la formación ético-profesional desde la eticidad martiana.

A partir de este momento, el estudiante comienza a percatarse de sus limitaciones, logros, a relacionar un aspecto con el otro, a interpretar, tiene la posibilidad de comparar sus comportamientos con patrones de comportamientos éticos existentes, que se distinguen por la aceptación del otro, el respeto a la diversidad, la cooperación y la solidaridad en la solución de los problemas que enfrentan, estableciéndose en expresión de la ética profesional desde la eticidad martiana en cuanto se constituye en herramienta para mejorar la convivencia y alcanzar determinadas metas en su desarrollo personal y profesional, al tiempo que colabora con sus compañeros en este mismo sentido.

La confrontación ética como procedimiento que permite el aprendizaje activo y flexible de lo ético-axiológico martiano, se caracteriza por articular la reflexión y la autorreflexión a través de preguntas, investigaciones, búsqueda, aplicaciones que el docente orienta en sus clases y actividades educativas para propiciar en los estudiantes experiencias prácticas, que desarrollen relaciones con cada contexto en los cuales se desenvuelven, tomar decisiones en cuanto a los problemas personales, convivenciales y profesionales y desarrollar comportamientos éticos que revelen el interés localizado por la mejora de estos elementos desde el aprendizaje de su profesión.

Retroalimentación ético-profesional: es la tercera operación para instrumentar el método, permite el reconocimiento y objetivación a través del comportamiento de los elementos ético-axiológicos de los estudiantes, que propendan a una perspectiva axiológica martiana, en su propio proceso de formación profesional.

Esta retroalimentación se apoya en el aprecio y estimación del estudiante como aspecto básico, se despliegan activamente en los diferentes espacios formativos, los procedimientos, las actitudes y los valores emergidos de manera que se potencie su naturaleza formativa. Se reconocen no sólo los errores, sino que se ofrece apoyo y acercamiento afectivo al estudiante, a través del intercambio dialógico él apreciará la aceptación del profesor, independientemente de los aciertos y/o desaciertos de sus reflexiones. Es un procedimiento donde se potencia la identidad y la autoestima del estudiante, mediante un ejercicio de tolerancia, aceptación y cooperación.

Argumentación ético-profesional desde la eticidad martiana: es un procedimiento que revela en el estudiante el desarrollo de la capacidad para justificar o refutar una opinión, ideas, puntos de vistas, criterios, mediante un argumento de naturaleza ética, la interpretación, la formulación, la explicación, el procesamiento y la evaluación de información relacionada con la eticidad martiana.

Esta argumentación tiene una función definida y los componentes se interrelacionan de un modo específico con la eticidad martiana, es un procedimiento a través del cual el estudiante selecciona, organiza y transforma la información que recibe de diversas fuentes, a través del establecimiento de relaciones entre dicha información y sus aprendizajes éticos previos. Es expresión de la capacidad del estudiante para articular e integrar contenidos éticos desde lo martiano teniendo en cuenta las experiencias, vivencias, puntos de vistas, opiniones y criterios, es decir para asumir los procesos, objetos y fenómenos de su rol profesional, explicarlos y valorar la acción que ejerce sobre ellos, de acuerdo con los retos actuales de la condición humana: respeto al otro, diálogo, aceptación, cooperación, justicia social y equidad.

El procedimiento que sintetiza la formación de la ética profesional desde la eticidad martiana lo constituye:

Sistematización ético-profesional desde la eticidad martiana: es la última operación de instrumentación del método, en la cual el docente demuestra el alcance de la formación ética profesional desde la eticidad martiana en los modos de actuación ético-profesional de los estudiantes en los contextos universitarios de los estudiantes universitarios.

La sistematización ético-profesional desde la eticidad martiana significa integrar y generalizar conocimientos y cualidades, pero además se considera como el ordenamiento y reconstrucción, el descubrimiento de las experiencias vividas en la apropiación del contenido ético, así como los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado y por qué ha sucedido de ese modo y a partir de ellos se reconstruyen nuevos aprendizajes éticos. El docente orienta a partir de las experiencias, de las vivencias que el estudiante tiene de su práctica, de cómo interpreta y aprende nuevos contenidos éticos y los comparte con otros estudiantes.

Mediante ella se propicia una dinámica participativa, donde el docente crea espacios de interacción, en el que se compartan experiencias, criterios, opiniones, ideas relacionadas con el contenido ético de la profesión y de la práctica social en general y se discuten los problemas éticos y axiológicos que enfrenta la humanidad en la actualidad. Permite al estudiante la recuperación de lo aprendido, así como la apropiación de los contenidos éticos de manera integrada y de la eticidad martiana y cómo los comparte en el proceso formativo con los otros estudiantes, permite la precisión de las experiencias y la incorporación de nuevos aprendizajes a partir de los ya obtenidos.

Cabe destacar que la aplicación de los procedimientos ocurre de manera secuencial, paulatina y progresivamente, su tránsito a estadios cualitativamente superiores en este proceso, le permite al estudiante ascender al último nivel en la formación ético-profesional desde la eticidad martiana, que se caracteriza por la sistematización de la ética profesional pedagógica desde la eticidad martiana y forman parte de la preparación profesional, desarrollo y crecimiento personal de estudiante.

Los procedimientos formativos desarrollados hasta aquí condicionan la instrumentación de la lógica del proceso de formación ético-profesional desde la eticidad martiana en los modos de actuación de los contextos universitarios, en tanto se sustentan en los rasgos sustanciales de los componentes y las relaciones esenciales que dimanan de ellos a partir de la propia dinámica del proceso.

Se puede resumir la idea de que este método es el producto de un proceso de modelación teórica que ha tenido en cuenta un conjunto de fundamentos teóricos que permiten revelar y argumentar el sistema de categorías y sus relaciones que se dan al interior del proceso de pregrado y el vínculo orgánico intrínseco entre la ético-profesional pedagógica desde la eticidad martiana y los modos de actuación en los contextos universitarios del futuro profesional como dimensiones que vertebran y jerarquizan su carácter axiológico, así como sus límites, nexos y distinciones esenciales.

Una vez aplicada la eticidad martiana en el desarrollo de la personalidad del universitario al expresar las metas, expectativas profesionales y humanas, voluntad, decisión y posibilidades mediatas de la individualización de las exigencias sociales contextualizadas para la asunción de los objetivos formativos de forma intencional y consciente se logra desarrollar modos de actuación ético-profesional y trascender en el contexto profesional.

En la representación gráfica del método propuesto se establecen las relaciones esenciales entre los niveles para la formación ético-profesional de la eticidad martiana y los procedimientos del proceso formativo que caracteriza el orden de la actividad conjunta entre los profesores y los estudiantes en este proceso, lo cual dinamiza su lógica interna en los diversos contextos de actuación universitario.