A poco más de dos años del inicio de la actual pandemia por COVID-19, donde los sistemas de salud del mundo enfrentaron, y continuan enfrentando, la infección por el coronavirus, y la construcción del conocimiento científico integral sobre esta enfermedad continua en escala de reto, un nuevo acontecer médico nos obliga a reforzar la vigilancia: el diagnóstico reciente en diferentes puntos de la geografía mundial de casos de niños con hepatitis agudas graves de etiología desconocida, activa los sistemas de vigilancia de los organismos de salud mundiales y regionales, en la búsqueda de las causas, tratamiento oportuno, eficaz y lo más importante, la forma de prevenirla.

Las hepatitis agudas son enfermedades frecuentes en la infancia, y se caracterizan por la inflamación aguda del hígado, que generalmente son ocasionadas por un virus. En la actualidad se identifican seis virus de la hepatitis -A, B, C, D, E y G-, aunque se discute la afección aguda por este último. Existen otros virus capaces de afectar el hígado en el transcurso de un estado generalizado de sepsis, como sucede con el virus del Epstein-Barr, el citomegalovirus y el virus del herpes, además de los adenovirus o rotavirus, que son capaces de provocar similar afectación. También se puede presentar hepatitis aguda por exposición a tóxicos, por ingestión de fármacos o en el comienzo de una enfermedad crónica del hígado. ¹ Si bien todas ellas causan enfermedad hepática, se diferencian en aspectos importantes, sobre todo en los modos de transmisión, la gravedad de la enfermedad, la distribución geográfica y los métodos de prevención. ² La hepatitis aguda viral casi siempre es autolimitada. ¹

El 15 de abril de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un alerta sobre casos de hepatitis aguda grave de causa desconocida en niños en el Reino Unido. ^{3 )} El evento fue notificado por primera vez el 5 de abril de 2022 por el Centro Nacional de Enlace para el Reglamento Sanitario Internacional de Reino Unido, que informó sobre la ocurrencia de10 casos de hepatitis aguda grave de etiología desconocida en niños pequeños previamente sanos en Escocia. Hasta el 10 de mayo se habían notificado 348 casos probables en 21 países, incluyendo 26 niños que requirieron trasplante hepático. ⁴ Latinoamérica se sumó a otras zonas continentales donde la enfermedad está presente desde el mes de abril, con el reporte de casos en Panamá, Argentina y Puerto Rico. ⁵

 Los casos identificados que han presentado hepatitis aguda grave son menores que manifiestan ictericia escleral y cutánea por transaminasas elevadas, hepatomegalia, encefalopatía y síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, diarreas y vómitos. Estos casos reportados no han presentado fiebre. ⁶ Las pruebas de laboratorio excluyen que sean casos de hepatitis virales conocidas.  ⁷

La información actualmente disponible para la OMS sobre epidemiología, laboratorio y clínica es limitada y hasta el momento no se ha identificado ningún agente etiológico como causante del evento. En muchos casos se ha detectado la presencia de adenovirus en sangre o plasma, pero con cargas virales bajas. No se ha determinado la presencia de este agente en las muestras de tejido hepático de los pacientes analizados, por lo que pudiera tratarse de un factor coincidente más que causal. ⁴

La enfermedad se está investigando por la OMS junto con los países afectados, se están recolectando datos y realizando varios estudios. En esta etapa de investigación, la alta calidad de datos de unos pocos casos en los cuales se han descartado otras causas y se ha colectado una vasta información clínica, epidemiológica, ambiental y de laboratorio, es un mejor uso de los recursos. ⁴

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), al evaluar la situación plantea que aún hay pocos datos para definir si hay un brote o epidemia en la región, y hasta el momento el riesgo mundial es considerado bajo; y como no hay certeza sobre el origen del padecimiento, existe la posibilidad de estar en medio de una situación que previamente pasó desapercibida porque los casos solían ser pocos. ³

En Cuba, aun cuando no se reportan casos de la enfermedad, ya se elaboró un plan de vigilancia para saber cómo proceder si se diera la notificación de un niño con los síntomas de la dolencia. Se trabaja de la misma manera llevada a cabo por el país en el mes de enero de 2020 ante la amenaza de la Covid-19, cuando se elaboraron normas para la prevención y el control. ⁸

En esta etapa es fundamental capacitar y mantener actualizados diariamente a los trabajadores de sector de la salud, actuantes en todos los niveles de atención, para detectar los casos en cuanto aparezcan los primeros síntomas, y decidir la conducta adecuada, en el paciente y sus contactos, incluyendo el estudio detallado de cada caso. Mientras tanto, se sugieren medidas higiénicas preventivas generales, como el lavado correcto y frecuente de las manos, la higiene de los alimentos y del agua de consumo, el uso del nasobuco, cubrirse al toser o estornudar, evitar el contacto con animales domésticos, evadirlas multitudes y los conglomerados, y mantener distanciamiento social establecido, dando promoción a todas estas medidas por los diferentes medios de comunicación.