Multimed 2012; 16(1)
REFLEXIÓN Y DEBATE
Valores
humanistas. Encargo de la sociedad cubana a la Universidad Médica del
siglo XXI
Humanist values. Assignment of the Cuban society to the Medical University of the 21st century
Ms Salud Bucal. José Rolando Alcolea Rodríguez,I Ms Salud Bucal. Maritza Placeres Collot,II Ms Educ. Sup. Ana Gloria García Noroña,III Ms Educ. Sup. Teresa Valera Barón. III
I
Clínica Universitaria de Especialidades Estomatológicas General
Manuel Jesús Cedeño Infante. Bayamo. Granma. Cuba.
II
Universidad de Ciencias Médicas Carlos Juan Finlay. Camagüey.
Cuba.
III
Filial de Ciencias Médicas Efraín Benítez Popa. Bayamo.
Granma. Cuba.
RESUMEN
La
personalidad profesional que exige la sociedad no nace con el ser humano,
sino es una consecuencia de la experiencia histórico-social y de los
motivos profesionales, donde el papel del profesor y un trabajo individual
con el estudiante contribuyen a su desarrollo integral. Nuestro objetivo fue
abordar desde un marco teórico y metodológico el fortalecimiento
de los valores humanistas como encargo de la sociedad cubana a la universidad
médica del siglo XXI, para lo que se realizó una investigación
del tipo exploratorio. Apoyados en el método teórico empírico
de revisión documental se realizó una profunda revisión
de la bibliografía, lo que permitió por métodos teóricos
modelar un marco teórico del tema, utilizando los métodos análisis-síntesis
e inducción deducción, transitando por toda la evolución
histórica de la universidad, los principales elementos desde la óptica
del proceso docente y su enfoque psicológico, hasta arribar a las conclusiones
de que los valores son formaciones motivacionales del desarrollo humano, en
el que tenemos responsabilidad los docentes desde las actividades curriculares
y extracurriculares, en el contexto de la formación profesional del
estudiante universitario por la trascendencia social positiva, al regular
y orientar la actitud de estos hacia el crecimiento humanista y el perfeccionamiento
humano, por lo que cada profesor de las ciencias médicas debe contribuir
a su fortalecimiento en la juventud por ser la etapa para la fijación
interna de valores socialmente positivos en forma de convicciones personales.
Descriptores DeCS: VALORES SOCIALES; UNIVERSIDADES/ética.
ABSTRACT
The
professional personality which society requires does not born with the human
being, but is a consequence of the historical-social experience and professional
reasons, where the role of the teacher and individual work with students contribute
to their overall development. Our goal was to approach from a theoretical
and methodological framework the strengthening of humanist values as the assignment
of cuban society for the Medical University of the 21st century, for which
it was performed an investigation of exploratory type. Supported by the theoretical
empirical method of documentary review it was performed a bibliographic revision,
which allowed, by means of theoretical methods, the creation of a theoretical
framework of the topic, supported by the analysis-synthesis and induction
deduction methods, transiting across the historical evolution of the University,
the main elements from the perspective of the teaching process and its psychological
approah, to finally conclude that values are motivational formations of human
development, in which all teachers have responsibilities from the curricular
and extracurricular activities, in the context of vocational training of University
students by the positive social significance to regulate and guide the attitude
of these humanist growth and human development. That is the reason why every
professor of medical sciences must contribute to his strengthening in the
youth because this is the stage for internal fixation of socially positive
values in the way of personal convictions.
Subject heading: SOCIAL VALUES; UNIVERSITIES/ethics.
INTRODUCCIÓN
En América Latina y el Caribe, la universidad fue creada antes que el resto de la educación y por muchísimo tiempo, fue la única institución que impartió enseñanza postsecundaria. En esta área, las universidades constituyen la columna vertebral del subsistema científico-tecnológico y el desarrollo social. 1
En la actualidad se ha enfatizado mucho la necesidad de mejorar la calidad de las actividades que se desarrollan en las universidades. 2 Existe un consenso en distinguir al menos tres grandes paradigmas que se corresponden con los períodos históricos entre educación y desarrollo social. Hasta comienzos del siglo XX la educación se dirige a la formación de individuos en marcos y códigos culturales comunes, desde mediados del siglo XX se concebía la educación a partir de su contribución al aumento de la productividad de la fuerza de trabajo, en la actualidad el papel de la educación se orienta hacia una perspectiva más integral desde lo instructivo y lo educativo, aspirando al desarrollo integral de la personalidad individual. En Cuba, con una visión formativa, donde la academia educa valores humanistas al mismo momento que instruye a sus alumnos.3
No será posible entender estos procesos y por lógica lograr los resultados deseados sin tener en cuenta que la capacidad humana de valorar existente entre la vida y los valores humanos, es decir, la aptitud de emitir juicios de valor, representa la consecuencia de la evolución de la vida misma, a partir de la formación morfológica del hombre de hoy, resultado del tránsito entre el Homo erectus y el Homo sapiens, hacia la forma social de la vida y el hombre actual, hace unos 100000 años. Con ello culminaba el proceso de antropogénesis biológica para dar paso a la antropogénesis social, por lo que se establece una diferencia sustancial entre el hombre primitivo y el actual, proceso evolutivo en el que influyen cinco elementos: El ser humano como organismo superior, el medio, la actividad humana, las formas superiores de transmisión de la información y la capacidad de valorar. 1
El ser humano es un organismo superior, por su desarrollo cerebral y conductual. La conducta, condicionada en parte por los genes a partir de predisposiciones innatas, y la influencia del medio social que habite el individuo. Del cúmulo de conductas que realiza el hombre, la inmensa mayoría de ellas son aprendidas, siendo el hombre el menos preparado genéticamente al nacer para convertirse en adulto, donde influye determinantemente el medio, considerado responsable de la infinita variabilidad del humano, de hecho para que dos individuos vivos sean iguales, necesitan idéntica información genética y la influencia del mismo medio ambiente, situación imposible. Por esa razón, nunca habrá dos seres vivos absolutamente iguales, condiciones que marcarán diferencias en el desarrollo de la personalidad del ser humano, que interpuestas por el medio determinarán su actividad. 4
El activismo humano es logrado a partir de la transformación del medio y la adaptación a él, situación que no ocurre en otras especies, un ejemplo para explicar esta situación es que el hombre necesita vitalmente menos mutaciones por su capacidad social de cambiar al mundo. Podemos entonces decir que el hombre forma al hombre, la formación de cada nuevo ser humano, es una de las grandes particularidades de la especie humana y su desarrollo social, proceso que continua con la evolución de la humanidad, de lo contrario, imperaría en nuestra especie el estatismo, mantendríamos el mismo estilo de vida que nuestros antepasados o ni siquiera nos hubiésemos convertidos en representantes de una nueva especie. 1
Son las formas cualitativamente nuevas y superiores de obtención, acumulación y transmisión de información sobre el mundo, las que hacen al ser humano genéricamente superior a otras especies. Cualquier ser vivo necesita información sobre el medio que le rodea para poder realizar sus procesos éticos. Una parte de esa información la obtiene de su propia herencia genética, otra parte, es obtenida durante la vida, sobre todo de aquellos aspectos de la realidad que tienen, una significación vital para el organismo. Esto último, unido a la capacidad para fijar estímulos, permite determinados niveles de aprendizaje que van siendo mayores en la medida en que son superiores los seres vivientes. Estas capacidades en el hombre le acceden al cúmulo de conocimientos para el pensamiento abstracto, herramienta humana que posibilita la elaboración de conceptos y la formulación de juicios, facilitando los razonamientos y la creación de otros juicios, portadores potenciales de nuevos conocimientos sobre la realidad y el establecimiento de la verdad.2
Finalmente para la evolución social del hombre, no es suficiente que sea superior a otras especies, que viva en un medio social de forma activa y se desarrolle por la interrelación con quienes los rodean, también se hace necesaria su valoración de los procesos que allí ocurren y su contribución al desarrollo social.
Se considerada la capacidad de valorar como la posibilidad del hombre para descifrar las relaciones de significación que la realidad guarda con él, por estar dotado de conciencia (forma superior de reflejo psíquico de la realidad) y del nivel de autoconciencia (distinción entre el "yo" y el "no-yo"). De este modo, el hombre es el único ser vivo con instinto; capaz de planear y dirigir voluntariamente sus acciones, mediadas por las condiciones sociales; estas muy influenciadas por las condiciones históricas, las circunstancias y el perfil ético-moral. El hombre siempre valora la realidad desde su óptica particular, momento necesario para la mayor proximidad a la verdad. 3
Una de las misiones de la universidad es contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los valores en que reposa la ciudadanía, con perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el fortalecimiento de enfoques humanistas,1 sobre las bases conceptuales y axiológicas de la nueva estrategia formativa materializada en nuestro modelo educativo, sustentado en la formación de profesionales de la salud (médicos, estomatólogos y licenciados en enfermería, tecnología de la salud y psicología médica) con un alto grado de compromiso con su pueblo y la humanidad, gran vocación de servicios y sentido ético en su actuación, 5 concepción social, biológica y científica del proceso salud-enfermedad.3,6
El modelo educativo cubano en Ciencias de la Salud es la resultante de la conjunción del modelo de Educación Superior y el modelo sanitario que se han desarrollado por las condiciones históricas de Cuba en la etapa revolucionaria. Materializada a través de la educación médica y el proceso contínuo de aprendizaje que empieza con el ingreso a la universidad médica y termina con el retiro de la práctica activa. Su objetivo es preparar profesionales de las ciencias médicas con elevado nivel científico y normas éticas de pensamiento y conducta, con énfasis en el servicio a los otros antes que en los beneficios personales, lo que garantizará los altos estándares de calidad.7,8 Por lo que existen valores fundamentales y principios morales que caracterizan e impregnan la práctica médica para el bienestar de la población, estableciendo un contrato social que demanda la atención correcta y buena, correcta por la aplicación de normas técnicas adecuadas y buena por su correspondencia con los valores y prioridades del paciente o la comunidad).9-11
Esto demanda la sociedad a la Educación Superior, una personalidad profesional, que no nace con el ser humano, sino que su desarrollo es una consecuencia en el proceso de asimilación de la experiencia histórico-social, por lo que resulta indispensable tener en cuenta la relación social entre los hombres y la actividad que en esa interrelación se lleva a cabo para lograr las transformaciones cualitativas que la sociedad reclama en el de profesional que formamos.
A punto de partida de estos argumentos, resulta esencial el papel del profesor en la formación de un recurso humano con una elevada calificación científico-técnica y las cualidades, acorde con el desarrollo social en que vive. De esta forma resulta fundamental considerar que el proceso docente educativo con un enfoque sistémico y dinámico se subordina al encargo social.
Para llevar a cabo un correcto trabajo educativo, resulta una condición esencial no perder de vista la interrelación dialéctica entre la educación, la enseñanza-aprendizaje y la instrucción, lo que permitirá resolver los problemas de salud que los estudiantes deben resolver; reflejo del propio proceso de autotransformación de la personalidad y del fortalecimiento del sistema de motivos superiores y profesionales. En este sentido, la dialéctica del proceso enseñanza-aprendizaje comprende sin lugar a dudas, que el proceso de enseñanza se torna la vía más inmediata para lograr los necesarios cambios cualitativos que tiene que caracterizar la personalidad profesional a que se aspira. 12
Profundizar en la educación en los valores, es una tarea importante. De ello depende salvar lo más preciado que existe en el planeta Tierra: el ser humano. Idea que corrobora la urgencia de ejecutar un sistema de acciones que en correspondencia con los pilares del trabajo científico- metodológico del Ministerio de Educación Superior Cubano logre fortalecer y enriquecer los valores de la sociedad y la universidad médica, para enfrentar y eliminar las manifestaciones negativas que puedan dañar las conquistas de la revolución.
El proceso de formación y desarrollo de los profesionales, se encamina a valorar significativamente el papel de dirección del profesor y la importancia de llevar a cabo un trabajo individual con el estudiante en aras de contribuir a su desarrollo integral, esta ha constituido la motivación principal del presente estudio y plantear como problema científico: ¿Sobre cuales bases teóricas y metodológicas poder accionar en la universidad médica cubana del siglo XXI para cumplir con el encargo social del fortalecimiento de los valores humanistas?
Trazando como objeto de estudio el fortalecimiento de valores en los estudiantes universitarios, mientras que en el campo de estudio particular se ocuparon los elementos teóricos que sustentan el fortalecimiento de los valores humanistas desde la óptica de la universidad médica y sus compromisos con la sociedad.
Estos elementos proponen el objetivo de: Abordar desde un marco teórico y metodológico el fortalecimiento de los valores humanistas como encargo de la sociedad cubana a la universidad médica del siglo XXI, lo que constituye el objetivo fundamental del artículo.
MÉTODO
Se realizó una investigación del tipo exploratorio que tuvo como objeto fundamental la temática relacionada con el fortalecimiento de los valores humanistas en la Universidad Médica cubana en los momentos actuales. Apoyados en el método teórico empírico de revisión documental se realizó una profunda revisión de la bibliografía, lo que permitió por métodos teóricos modelar un marco teórico del tema, apoyados en los métodos de análisis-síntesis e inducción deducción, hasta arribar a las principales conclusiones.
DESARROLLO
En nuestro empeño, existe un elemento clave, que no podemos perder de vista, los valores como determinaciones espirituales y la significación positiva de las cosas, fenómenos u objetos para un individuo, grupo, clase social o sociedad en su conjunto; que pasa por los principios como idea rectora que al ser asimiladas por los hombres forman los valores y al afianzarse se convierten en convicciones, reguladoras y orientadoras de la conducta al intervenir en lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace. Cuando los actos humanos, tienen significación para el individuo y para los demás, el valor es un valor social, es decir, en la medida que el individuo tome conciencia del valor, lo asume y le permite ser aprobado, aceptado y reconocido; la concientización del valor se traduce en un acto de conducta, de comportamiento personal y social.13
Fabelo Corzo 14,15 plantea que los valores constituyen aquel mecanismo social que le permite al ser humano una relación selectiva con el medio que le rodea. En un plano más integral y complejo, los humanos somos seres vivos. Para ello, todo ser vivo debe disponer de cierta capacidad que le permita distinguir aquel factor que tienen una significación positiva para su vida de aquellos que tienen una significación negativa. Sólo así puede garantizar su supervivencia. La vida de la especie es jerárquicamente superior a la del individuo, posee prioridad biológica en relación con este último. Cuando esta capacidad no es suficiente para adaptarse a las cambiantes condiciones del medio, el organismo individual desaparece y su especie también.
En el caso del ser humano se necesita además otra forma de experiencia; la acumulada históricamente por las generaciones precedentes, que permita la socialización de esa experiencia y de los valores a ella asociados: la educación. 14
La educación es, entonces, el proceso mediante el cual se produce la socialización del individuo, su inserción en el medio, en el caso del ser humano, predominantemente social. Mediante la educación el individuo se apropia de la historia social de su especie a través del prisma particular que representa la cultura en la que se inserta; vista la educación en su sentido más amplio, no reductible al proceso de enseñanza-aprendizaje que se realiza en la escuela. La escuela representa una institución social especializada en la función de educar, pero está lejos de ser la única fuente educativa de la que se nutre el individuo en formación. La educación comienza desde el propio nacimiento algunos señalan que desde el período intra-uterino- y no termina nunca, mientras el individuo viva. 14,15
La conducta de las personas ejerce influencia social; el ejemplo, es por excelencia, un mecanismo eficaz para formar valores. 7 Motivo por lo que un colectivo de docentes conductores del proceso de instrucción no deben descuidar su conducta ante los alumnos y la sociedad, permanentemente expuestos al proceso de educar, de igual manera el médico adquiere la absoluta confianza de la comunidad porque su actividad se amolda estrictamente a las normas de la ética en todo lo que se refiere al desempeño de sus funciones profesionales de acuerdo con su íntima formación y conciencia, en este momento se materializan todos los valores consolidados, además de este convertirse a la vez en formador de nuevas generaciones.
La formación y desarrollo de la personalidad no se logra únicamente con el desarrollo de conductas sino de modos de actuación que deben ser consecuencia de un proceso cualitativo de autotransformación de la conciencia, donde juega un papel determinante la propia actividad que despliegue el alumno bajo la dirección de un profesor.15
Serán los objetivos formativos (integración de objetivos educativos e instructivos) la vía dentro del proceso enseñanza aprendizaje con los que se aspiran a modificar la personalidad del educando, al lograr transformaciones trascendentes en la personalidad de estos relacionadas con las convicciones y capacidades. Durante la organización del proceso docente es necesario, establecer los rasgos más generales y esenciales que deben caracterizar al egresado de la educación superior, dirigidos a conformar los aspectos más trascendentes de su personalidad en el plano filosófico, político, profesional, estético, entre otros. De esta manera se logrará la respuesta al problema planteado a la educación superior; el encargo social, entonces los futuros egresados no sólo serán especialistas de las ciencias médicas sino profesionales de la sociedad.
Es por esa razón que una educación en valores, relacionada con una intencionalidad pedagógica en la escuela como institución social no debe realizarse al margen de la educación por los influjos educativos que de manera no siempre intencional, a veces indirecta, recibe espontáneamente el educando de su contexto social. La posible no coincidencia entre los procesos educacionales y sociales, no deben ser ignorados por el maestro, le resta efectividad a su labor educativa y en muchos casos puede generar en los educandos "doble moral" al actuar en ciertas circunstancias atenidos a ciertos valores y en otras a sus contrarios, como si hubiese asimilado ciertos valores, cuando en realidad no lo ha hecho. Desde el punto de vista conductual tal situación conduce con frecuencia a la simulación, el engaño, la teatralización de la conducta.14
Cada día la sociedad demanda con más fuerza a las Universidades la formación de profesionales competentes. La calidad en la formación profesional depende no solo de los conocimientos y habilidades que desarrolle en el currículum universitario sino también de los intereses y valores que regulan su actuación profesional. 16 Los valores más importantes del ser humano son la vida y la salud; los actos médicos están orientados a cuidar la salud con la máxima meta de preservar la vida, siempre dentro del más alto concepto de calidad y dignidad. Quienes se dedican al noble ejercicio de la medicina deben ser las personas más capacitadas, las más correctas a toda prueba y al mismo tiempo las de mayor sensibilidad humana, con espíritu de cooperación y de servicio a la colectividad. 17
La formación de valores constituye un problema pedagógico complejo solamente comprensible a partir de un análisis psicológico de la naturaleza del valor en su función reguladora de la actuación humana, en su conceptualización psicológica, el valor debe ser analizado teniendo en cuenta su naturaleza objetiva-subjetiva, le atribuye este significado el ser humano. Por tanto el valor como significado atribuido tiene una naturaleza subjetiva toda vez que existe individualmente en los seres humanos capaces de valorar; pero al mismo tiempo tiene una naturaleza objetiva cuando constituye parte de la realidad social e histórica en la que se desarrolla el ser humano.16
Los valores humanos expresan la significación social positiva de un hecho, acto o conducta en forma de principio o norma con carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia, que regula y orienta la actitud de los individuos hacia el crecimiento y perfeccionamiento humano.14 Por lo que un profesional de la salud se debe corresponder con altos niveles de competencia, amor a la profesión, honestidad, ética, humanismo, honradez, sensibilidad, modestia, prudencia, pulcritud, racionalidad, optimismo, justicia, responsabilidad, eficiencia, solidaridad, patriotismo y altruismo, todos con un mismo nivel de significación y prioridad.12
Los valores son reguladores de la actuación individual a partir de la naturaleza subjetiva del valor, al manifestarse como motivo de la actuación, por tanto, existen en el individuo como formaciones motivacionales de la personalidad que orientan su actuación hacia la satisfacción de sus necesidades.16 De esta manera el profesor universitario debe estimular a que el alumno sienta la necesidad de actuar en correspondencia con los verdaderos valores reguladores de la conducta de un profesional de las ciencias médicas.
El estudiante universitario de las ciencias médicas se encuentra en un período de desarrollo de su personalidad: la edad juvenil, momento de tránsito de la niñez a la adultez, en el que tiene lugar la consolidación del sistema motivacional y cognitivo que orienta su actuación y las formas más complejas de autodeterminación. Por ello la educación de valores adquiere en este período una importancia extraordinaria por ser este momento en el que existen mayores posibilidades para la consolidación de valores.
La formación de valores es hoy uno de los grandes retos de la universidad médica cubana, previsto en los objetivos formativos, desde lo curricular y lo extracurricular y en muchos casos no logramos alcanzar los resultados esperados, quedando insatisfacciones en el proceso académico, por no estar preparados en muchos casos para asumir objetivamente la formación o fortalecimiento del componente educativo en los estudiantes. El logro de estos resultados solo será posible a partir de la labor persona a persona y en grupo de forma activa y sistemática.
Las experiencias pedagógicas particulares de Cuba, han estado centradas en dos aspectos básicos: La práctica social sobre valores y la inserción de la educación de valores en los procesos educativos.
Algunos autores, 10-13 resumen los elementos que intervienen en los procesos educativos que permiten dirigir las estrategias para la conducción de la formación de valores, en este trabajo por motivos metodológicos se agruparon en 2 momentos y 4 etapas fundamentales:
Momento I.- Evaluación externa e interna:
1ra.
Etapa: Diagnóstico externo sobre valores en el sujeto o sujetos de
interés.
2da. Etapa:
Autovaloración del sujeto sobre sus valores personales.
Momento II.- Acciones individuales y colectivas:
3ra.
Etapa: Acciones individuales sobre el sujeto.
4ta. Etapa: Trabajo en grupo
A continuación se exponen algunas herramientas metodológicas para cada etapa que permitirán la acción de fortalecimiento de valores ético - humanistas en los procesos formativos de la universidad médica cubana:
El primer momento se relaciona con la situación diagnóstica del problema en el estudiante o grupo de estudiantes sobre los que se accionará.
Etapa 1. Evaluación del profesor en el alumno o grupo de alumnos, de los componentes cognoscitivos y cognitivos relacionados con su formación ético - humanística:
El profesor examinará el nivel de conocimiento del valor o valores en particular y su correspondencia con el comportamiento, se hace necesario hacer evidente el valor, lograr claridad en cuanto a lo que es y sus formas de manifestación. Se tiene presente que las personas no siempre dejan de hacer las cosas por que quieren, hay ocasiones que la causa es la falta de visión y su motivación a la acción.
Etapa 2. Estimular en el alumno una posición crítica de autovaloración y autoevaluación de su comportamiento personal desde lo estudiantil y lo que se aspira de él como futuro profesional de la salud:
A partir de los criterios de juicio del valor podrá existir una autovaloración permanente, de esta manera se lograrán acciones calificativas dirigidas a enjuiciar el valor, comparando lo que se aprende y lo que realmente se hace, a partir de este juicio valorativo el alumno tiene mayores posibilidades de interactuar con él y estimular el desarrollo de una actitud crítica que potenciará el efecto conciente y la necesidad de cambiar. Es muy difícil que alguien asuma un proceso de cambio si no está conciente de lo que debe cambiar y sus aspiraciones de quién desea ser.
El segundo momento posibilitará accionar concretamente sobre las diferencias identificadas entre lo real y lo deseado, resultado de las dos etapas anteriores.
Etapa 3. Influencia permanente de carácter activo y efectivo en la formación de sentimientos y cualidades:
La conducción sistemática y permanente del profesor a través del proceso formativo (educación-instrucción) y vencidas las dos etapas anteriores (evaluación del profesor y autoevaluación del alumno) se logrará influir sobre: Los sentimientos (estado afectivo del ser humano producido por causas que lo impresionan poderosamente) y las cualidades (formas naturales o adquiridas, que distinguen a las personas, conformando su manera de ser), de esta manera interactuarán lo cognoscitivo con lo afectivo y lo volitivo, aparecen a partir de este momento las motivaciones que desencadenan acciones de cambio para la formación o fortalecimiento de los valores.
Etapa 4. Trabajo con los estudiantes en grupos formales e informales:
La acción sobre los estudiantes en grupo permitirá una integración multidireccional sociedad, grupo e individuo, con una influencia del colectivo sobre lo individual y viceversa, motivación fundamental de la formación de valores, donde se materializa el saber ser y el saber convivir, esta etapa será muy productiva siempre que logremos el dinamismo e integración del grupo, por lo que será prudente conocer las principales reglas del trabajo en grupo y el uso de técnicas afectivo - participativas, donde todos tengan un mismo nivel de reconocimiento y participación, independientemente de los resultados de la etapas anteriores, todos serán parte activa en el gran objetivo. Los alumnos con valores más consolidados contribuirán como patrón a imitar para los que aún no hayan alcanzado el nivel deseado, nunca marcando las diferencias entre uno y otro dentro del grupo, esto más que ayudar contribuirá negativamente en los resultados esperados, estimulando la autosuficiencia o la baja autoestima respectivamente.
En esta etapa habremos logrado el impacto deseado siempre que el proceso haya sido humano, racional, sistémico y cíclico, influyendo los resultados de las etapas precedentes e iniciando un nuevo ciclo superior a partir de nuevas motivaciones, debiendo ser nuestra aspiración que el ciclo continue en espiral por toda la vida de esa persona, también en el futuro profesional de la salud, que multiplicará en la sociedad, familia, colectivo de colegas y estudiantes los efectos de lo que hoy hacemos, de lo contrario la carencia de valores humanistas crecerá, y estamos seguros que dejaremos de ser entonces seres humanos.
Es importante destacar que se hacen necesarias un grupo de condiciones generales e individuales para los que participan en el proceso de formación de valores que complementan el éxito, relacionadas con factores generales e individuales inherentes al profesor y el o los alumnos.
Es vital velar en esta ardua tarea el cumplimento de factores generales como el respeto por la sociedad, la comunidad y la revolución cubana, el arte de la medicina y los valores de la profesión y de las afines, necesidad personal y colectiva de cambio dirigido a ser humanos y colectivos humanos superiores, adecuados escenarios docente-asistenciales, apropiados modelos a imitar de profesores, estudiantes y profesionales, alta calidad del servicio y su entorno, elevada ética de las relaciones humanas entre todos los actores (profesores, educandos, profesionales y técnicos, pacientes, resto del personal de los servicios y de la comunidad), adecuada utilización de los métodos productivos de enseñanza-aprendizaje, independencia cognoscitiva y creatividad de los estudiantes, aplicación de los métodos científico, clínico y epidemiológico, la interdisciplinariedad y el trabajo en equipo, compromisos con los pueblos del mundo y otros que de forma general haga más humano al ser humano.
Inherente al profesor se hace imprescindible en el proceso de formación de valores respetar al alumno, a sí mismo y a la escuela, tener competencia científico-técnica, pedagógica y ética, adecuada comunicación, propiciar el aprendizaje y la enseñanza, ser modelo formativo, propiciar la formación de valores y de la personalidad de los alumnos, pensamiento científico y humano.
Los factores inherentes al alumno deben estar relacionados con el respeto a sí mismo, a sus compañeros, sus profesores y la escuela, competencia científico-técnica y ética, comunicarse adecuadamente al interactuar con pacientes, población, profesores y compañeros, búsqueda, organización y sistematización de la información que le permitan construir sus propios marcos referenciales de conocimiento para interactuar con los problemas reales de salud, autoeducarse mediante la práctica individual y grupal transformadora de la realidad social y de salud, independencia cognoscitiva progresiva, vocación de servicio al prójimo y la comunidad.
Preguntemos entonces: ¿Se logrará el impacto deseado en el fortalecimiento de los valores humanistas en los estudiantes universitarios descuidando alguna de estas condiciones de éxito?
Estas condiciones contribuyen desde lo teórico, didáctico y metodológico a disminuir la subjetividad del tema, elemento que lo hace inalcanzable a veces en nuestros colectivos docentes, impidiendo el éxito y los efectos de cualquier noble empeño que se proponga en este difícil camino de educar hábitos, creencias y actitudes en la diversidad humana.
Mucho se podría teorizar sobre los valores, pero se considera oportuno ir a la práctica, al día a día, a la realidad concreta de lo que ocurre en nuestras universidades con los trabajadores y educandos, convencidos de que, con el fortaleciendo humanista, se perfecciona el trabajo docente - educativo, se multiplica la defensa de las conquistas de la revolución cubana y el enfrentamiento al bloqueo, se fortalece la labor política e ideológica de las universidades médicas y la calidad de los servios prestados en las instituciones de salud a la población.
El médico, para cumplir con el principio ético-científico de la medicina, debe poseer una vocación humanitaria profesional, conocimientos científicos y habilidades profesionales actualizadas en todo momento, que le permitan ofrecer el cuidado necesario a los enfermos de manera segura, digna, honorable y en lo posible altruista. 8,9 Por estas motivaciones se considera que no es posible dedicarse a las ciencias médicas sin tener como principal valor consolidado en la conducta el HUMANISMO.
Se entiende por humanismo el amor hacia los seres humanos y la preocupación por el desarrollo pleno de todos sobre la base de la justicia.
De la ética de Fidel Castro: ( ) es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos" ( )
El humanismo de un profesional de la salud se logrará cuando este tenga como principal característica y conducta personal la competencia, la ética, la sensibilidad, la solidaridad y la generosidad. 11
¿Qué acciones se proponen para fortalecer los valores humanistas en los estudiantes? Las acciones deben estar dirigidas a educar a los estudiantes, no solo instruir, ser ejemplo, motivar a los estudiantes hacia conductas ético-humanistas, consolidar las acciones del trabajo educativo, accionar en lo educativo desde lo curricular y lo extracurricular, caracterizar y accionar sobre cada estudiante, atendiendo las individualidades particulares si alguna situación lo requiere, realizar las actividades docentes y asistenciales con ética, amor y mucho deseo, reflejar en la atención médica una elevada carga de sensibilidad y respeto, eliminar las indiferencias, elevar el nivel de la cortesía, sentir el problema del paciente como propio, tratar las personas como son y no por lo que representan y poseen, tener sentido real de la empatía, mostrar preocupación e interés, defensa del medio ambiente, brindar ayuda sin esperar nada a cambio, sensibilidad humana en la atención a discapacitados y casos sociales, trato respetuoso hacia las personas, contribuir a la formación del hombre nuevo, entre otras.
De lo contrario estaríamos muy distantes de la gran realidad que existe. No se debe ser cómplices de la principal amenaza que ataca al hombre en el mundo, caminando por el camino de la destrucción de su habitad y de sus propias condiciones.
Pero ¿Se puede realmente revertir la tendencia actual hacia la autodestrucción por la que parece avanzar sin freno la humanidad? La escuela debe enseñar, un nuevo tipo de ser humano, solo así podrá cambiarse el curso actual de la antropogénesis (desarrollo humano) y evitar que culmine en una antropofagia (canibalismo) masiva. Una extraordinaria misión tiene ante sí la educación y la sociedad toda: lograr que los intereses más generales de la humanidad se asuman como intereses propios de las nuevas generaciones. De la medida en que se logre dependerá que esas mismas generaciones tengan un futuro. 4
CONCLUSIONES
Los valores son formaciones motivacionales de la personalidad, resultado de un proceso educativo en el que intervienen la familia, la escuela y la sociedad.
La educación de valores en el Centro Universitario es responsabilidad de todos los docentes, a través de las actividades curriculares y extracurriculares.
La motivación profesional constituye un factor de primer orden en la educación de valores del estudiante universitario.
El humanismo expresa la trascendencia social positiva de cualquier profesional de la salud.
Cada profesor de las ciencias médicas para contribuir al fortalecimiento del humanismo debe ser motivador a partir de su ejemplaridad.
La juventud es la etapa para la fijación de valores en forma de convicciones.
El futuro de Cuba dependerá de los valores que sea capaz de educar en los jóvenes.
Con el esfuerzo de todos, Cuba seguirá siendo una realidad social para el mundo.
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Recibido:
7 de noviembre 2011.
Aprobado: 1 de diciembre 2011.
José Rolando Alcolea Rodríguez. Clínica Universitaria de Especialidades Estomatológicas General Manuel Jesús Cedeño Infante. Bayamo. Granma. Cuba. E-mail: jralcolear@grannet.grm.sld.cu.
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