Los mediadores didácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de Historia de Cuba

Multimed 2016; 20(6)
NOVIEMBRE- DICIEMBRE

MATERIAL DE APOYO A LA DOCENCIA

 

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS. GRANMA

 

 

Los mediadores didácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de Historia de Cuba

 

Didactic mediators in teaching learning process of Cuban History

 

 

Ms.C. Metodol. Educat. Onelia Méndez Jiménez, Dr.C. Francisco Felino Riverón Morales, Lic. Historia. Jorge Palma Cardona, Lic. Inglés. Luis Orlando Ramírez Brizuela.

Universidad de Ciencias Médicas de Granma. Manzanillo. Granma, Cuba.

 

 

RESUMEN

La interpretación de las diversas fuentes históricas por el historiador, desde el materialismo histórico, permite estudiar los diversos fenómenos de la sociedad en conexión e interdependencia. Todo conocimiento es un acto de reflejo. En tal sentido las fuentes históricas constituyen un medio de conocimiento de la realidad, en tanto constituyen un reflejo de lo acontecido, lo que le permite al historiador reelaborar, reconstruir el hecho, como conocimiento histórico, lo que explica el carácter mediador de las fuentes históricas. En tal sentido es tarea del historiador localizar la fuente para poder explicar e interpretar el pasado. Las fuentes son necesarias para revelar y dar a conocer el pasado, a través de análisis e interpretaciones. También lo son para la asignatura de Historia, las que se diseñan como arreglo didáctico a partir de las conclusiones de la ciencia histórica. Estas fuentes primarias gráficas son utilizadas por los profesores en calidad de mediadores didácticos gráficos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo que contribuyen a inculcar en los estudiantes el espíritu de indagación científica, al tener que recorrer, desde su nivel y posibilidades intelectuales, el camino recorrido por los historiadores, lo que prestigia en sus mentes la condición de la historia como ciencia.

Descriptores DeCS: HISTORIA, ENSEÑANZA/historia, APRENDIZAJE.

 

ABSTRACT

The interpretation of diverse historical sources by the historian, from historical materialism, permits to study various phenomena of society in connection and interdependence. All knowledge is an act of reflection. In this sense the historical sources are a means of knowledge of reality, while are a reflection of what happened, which allows the historian rework, reconstruct the event as historical knowledge, which explains the mediating character of historical sources. Thus, it is the historian's task to locate the source in order to explain and interpret the past. The sources are required to disclose and to know the past, through analysis and interpretation. So they are for the subject History, which are designed as educational arrangement departing from the conclusions of historical science. These graphs primary sources are used by teachers in teaching graphics as didactic mediators in the process of teaching and learning, thus contributing to instill in students the spirit of scientific inquiry, having to travel from their level and intellectual possibilities, the path taken by historians, what prestige in their minds the condition of history as a science.

Subject headings: HISTORY, TEACHING/history, LEARNING.

 

 

INTRODUCCIÓN

El surgimiento del marxismo en Europa en el siglo XIX, significó una nueva forma revolucionaria y científica de interpretar la Historia. Tal como apuntó Lenin: "…el materialismo histórico de Marx es una conquista formidable del pensamiento científico. Al caos y a la arbitrariedad, que hasta entonces imperaban en las concepciones relativas a la historia y a la política, sucedió una teoría asombrosamente completa y armónica que muestra cómo de un tipo de vida social se desarrolla, en virtud del crecimiento de las fuerza productivas, otra más alta..."1

La correcta aplicación del materialismo histórico a la sociedad permitió arribar a una comprensión materialista de la historia, lo cual permite comprender desde un plano científico los diversos acontecimientos históricos, lo que son únicos e irrepetibles, en tal sentido para poder interpretarlos y explicarlos para las generaciones que no lo vivieron es imprescindible acudir a las fuentes históricas, las que se convierten medio eficaz del conocimiento al reflejar los hechos históricos. Tanto para el historiador como para el profesor la fuentes históricas tiene una gran significación, pues para el primero son fuentes del conocimiento histórico al reconstruir el hecho, en tanto para los segundos constituyen un medio eficaz para la trasmisión de los conocimientos históricos en el proceso de enseñanza aprendizaje. Estos presupuestos permiten formular como objetivo del presente artículo científico el siguiente: fundamentar, desde la comprensión materialista de la historia, el uso de las fuentes históricas como mediadores didácticos en el proceso de enseñanza aprendizaje (PEA).

 

DESARROLLO

En el Prólogo de la Contribución a la crítica de la Economía Política, Marx definió la esencia de la concepción materialista de la historia cuando expresó "…no es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, es el ser social lo que determina su conciencia…", 2 con lo que se superan los dos grandes defectos cardinales de todas las teorías relativas a la historia, anteriores al marxismo.

Se asume el criterio marxista de que en el análisis de los hechos históricos los factores económicos determinan sólo en última instancia, lo que presupone la independencia relativa de otros elementos superestructurales de la sociedad.

En este sentido, se comparten las consideraciones de J. Reyes 3 de que la Historia tiene como base los hechos y fenómenos históricos en su concatenación dialéctica. Es tiempo (pasado - presente - futuro), es espacio (sucede en un lugar geográfico determinado), tiene como protagonistas a los hombres en sociedad (expresión tanto de lo colectivo como de lo individual), es cambio, transformación y perfección, es la totalidad, lo global, por la diversidad de actividades humanas: económicas, políticas, sociales y culturales, es explicación, interpretación y comprensión, es esencia, expresada en elementos conceptuales, regularidades y leyes que conectan hechos, procesos y épocas históricas, es memoria reconstruida, es objetividad y, a la vez, compromiso de clase.

La interpretación, desde el materialismo histórico, de las diversas fuentes del conocimiento histórico permite no sólo comprender el pasado, sino el presente para de ahí realizar proyecciones de futuro; como explica J. Reyes "En esencia, la historia a enseñar debe centrarse en la totalidad de los aspectos de la vida social sin hiperbolizar ninguno de sus elementos, sino todo lo contrario, reflejar su diversidad en una estrecha conexión dialéctica ubicada en un contexto espacio-temporal que se mueve en la relación pasado-presente-futuro, expresión de la actuación de las masas en interacción con las personalidades históricas. La historia no es algo acabado e inamovible, es un conocimiento en construcción que parte de la consulta de fuentes diversas que enriquecen su carácter probatorio y que necesitan la interacción directa de sus estudiosos con esa diversidad para la apropiación de métodos". 3

La historia puede ser asumida a través de diversas interpretaciones y visiones científicas. En este sentido se destacan: el positivismo, la escuela de los Annales y el marxismo. Para el positivismo la interpretación de los hechos históricos es posible solo a partir de la utilización de fuentes bibliográficas y documentales. Para la historiografía positivista es culto fetichista y exagerado respecto al texto o el documento, como única y exclusiva fuente legítima del trabajo del historiador.

Los positivistas consideran que la verdad está determinada por la autenticidad de las fuentes. Por tanto ese culto exagerado, extremo a las fuentes tergiversó su valor al convertir en un fin lo que en realidad es un medio del conocimiento. En tal sentido esta forma de interpretación de lo acontecido en el pasado no permite comprender el carácter reflejo y mediador que tienen las fuentes históricas.

Con independencia de sus limitaciones, esta corriente tuvo una influencia marcada en los historiadores cubanos de la primera mitad del siglo XX, los cuales fueron capaces de construir verdaderos monumentos, algunos de obligada consulta para los posteriores historiadores, como el Manual de Historia de Cuba de Ramiro Guerra Sánchez.

En consecuencia, resulta innegable que el positivismo muestra una dimensión erudita de la historia nada desdeñable como fuente para la historiografía científica y dialéctica

La Escuela de los Annales, 4 sin dudas, aportó un una nueva visión a la interpretación de los hechos y acontecimientos históricos. Se caracteriza por comprender la historia sin dejar de lado a otras ciencias sociales como: geografía, sociología, economía, psicología social y antropología. Esto presupone que, en los temas objeto de estudio de la historia se rechace el énfasis predominante en la política, la diplomacia y los hechos bélicos en el análisis de los hechos históricos.

Después de concluida la Segunda Guerra Mundial esta corriente alcanza una nueva etapa en su desarrollo enfocada al estudio de la historia cuantitativa y los ritmos de desarrollo de la sociedad. En esta etapa los períodos: corto, medio y largo se introducen en la explicación de los hechos históricos.

Con el surgimiento del Marxismo, en la cuarta década del siglo XIX, nace una forma distinta de interpretación de los hechos históricos, lo que significó una revolución en la ciencia histórica. Es mérito de los clásicos haber arribado a la comprensión materialista de la historia. A partir de esta, el estudio de los hechos históricos presupone la conexión e interdependencia entre ellos, pues la interpretación marxista rompe con el criterio positivista del carácter fetichista y absoluto, desde su uso, de la fuente del conocimiento histórico. La aprehensión del historiador de que la fuente es portadora del hecho de conocimiento, en tanto lo refleja, es la vía para la correcta interpretación de la realidad.

La categoría marxista-leninista de actividad permite comprender y explicar como los seres humanos contraen múltiples relaciones en la sociedad, entre los que se destacan los hechos históricos, los que son reflejados mediante las fuentes históricas, que al mismo tiempo son producto y resultado de la actividad humana y herencia material, de gran valía para los historiadores.

La teoría leninista del reflejo es la clave para comprender el carácter mediador que tienen las fuentes históricas, como reflejo de lo acontecido, pues mediante su interpretación el historiador puede reconstruir lo acaecido, que por demás es único e irrepetible, por lo que no es factible reproducirlo en laboratorios tal cual fueron. En tal sentido es tarea del historiador explicar e interpretar la realidad, desde la fuente del conocimiento histórico y de esta forma conocer el pasado, desde el presente, con carácter prospectivo. Tanto en la fuente del conocimiento histórico como en el hecho histórico está presente la dialéctica de lo objetivo y lo subjetivo.

Se comparte el criterio de que la categoría marxista fuente del conocimiento histórico no solo es portadora de los datos históricos sobre lo acontecido en el pasado, como resto o testimonio, sino es resultado de la actividad humana que refleja los hechos históricos directamente.

Los elementos aportados permiten, a los autores, afirmar que las fuentes históricas, resultado de la actividad humana, reflejan la realidad, y, al ser portadora de lo acontecido en el pasado permiten al historiador la reconstrucción de los hechos como conocimiento histórico.

En correspondencia con la afirmación anterior se concluye que el conocimiento histórico es el resultado de la utilización de fuentes, cualquiera que estas sean que permiten, al investigador, argumentar sus ideas a partir de una mirada epistemológica e histórica. Epistemológica porque es desde las fuentes que se puede construir el conocimiento e histórica porque es premisa para la ubicación espacio-temporal, desde el análisis histórico-concreto, de los procesos, objetos y fenómeno de la realidad.

En relación con el conocimiento que se construye es oportuno insistir en el hecho de que aunque las fuentes sean las mismas, no se puede desconocer la subjetividad de quien los interpreta; lo que significa que un mismo hecho histórico puede tener diversas interpretaciones en dependencia de la filiación clasista del historiador, de sus intereses y de la intencionalidad al construir su discurso.

Se comparte el criterio del profesor H. Díaz 5 cuando se refiere a que si importante es la fuente, también lo es la metodología que se utilice para el procesamiento de las mismas y advierte que sería incorrecto hiperbolizar el papel de las primeras como única premisa para llegar a la verdad histórica y a la confiabilidad de los resultados de investigación.

El conocimiento histórico, una vez construido, sirve de base a los profesores de esta disciplina para seleccionar con criterio pedagógico lo que debe asumirse en la disciplina y asignaturas para cumplir con las exigencias que la sociedad le impone a la escuela. Por otro lado, los docentes cuentan con la posibilidad de revisar dichas fuentes para analizarlas desde otra visión o para utilizarlas como mediadores didácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En relación con este aspecto H. Díaz 5 realiza una clasificación de las fuentes primarias para la construcción del conocimiento histórico con fines didácticos y en este sentido destaca:

1. Los objetos originales más concretos de la cultura material: piezas de museos, evidencias arqueológicas, armas de una época, ropa, instrumentos de trabajo e instrumentos musicales.

2. Fuentes primarias de naturaleza audiovisual: filmes sonoros, quinescopios, vídeos, tiras fílmicas y series de diapositivas sincronizadas con sonido.

3. Imágenes sin sonido: películas silentes, fotos, diapositivas, pinturas, ilustraciones, caricaturas.

4. Fuentes primarias gráficas o simbólicas: documentos escritos, publicaciones de una época, mapas y croquis.

5. Fuentes primarias orales: testimonios orales, discursos y grabaciones.

Se puede afirmar que la utilización de las fuentes es importante en la construcción del conocimiento histórico, pero también lo es en función del proceso de enseñanza-aprendizaje. En relación con este último aspecto el expresó el Dr.C. José Ignacio Reyes González, "Las fuentes diversas para enseñar la Historia revelan la riqueza de métodos que permiten una enseñanza variada, diversificada... Propiciar que el alumno consulte esas fuentes, investigue las problemáticas históricas a partir del trabajo con hipótesis, construya su conocimiento histórico desde una verdad objetiva, pero que de manera sencilla reproduce el camino de los investigadores es una máxima que entrena al estudiante a cómo moverse con los conocimientos sociales. El trabajo en pequeños grupos y las tareas individuales de acuerdo con el diagnóstico del escolar favorecen el aprendizaje consciente, el dominio no solo de los elementos conceptuales del conocimiento, sino además los procedimentales y actitudinales." 6

Lo apuntado hasta aquí significa que para el trabajo del historiador las fuentes son necesarias para revelar y dar a conocer el pasado, mediante el análisis e interpretación de los hechos desde el presente. También lo son para la asignatura Historia, las que se diseñan como arreglo didáctico a partir de las conclusiones de la ciencia histórica.

Estas fuentes primarias son utilizadas por los profesores en calidad de mediadores didácticos gráficos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en la medida que contribuyen a la comprensión de la historia al tiempo que, desde lo vivencial, permiten inculcar en los estudiantes el espíritu de indagación científica, al tener que recorrer, desde su nivel y posibilidades intelectuales, el camino ya desandado por los historiadores. En este sentido se comparte el criterio de que: "lo que para el historiador es fuente para el maestro y el alumno puede ser medio de enseñanza…" 7

Varios autores como Álvarez de Zayas, RM, González Castro, Díaz Pendás, coinciden en señalar que los medios de enseñanza constituyen un componente esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje, estrechamente ligados al método, y aunque no sustituyen la función educativa y humana del profesor como principal dirigente y organizador del proceso docente educativo, sin lugar a dudas favorecen los procesos de enseñar y de aprender, al tiempo que contribuyen a la formación de competencias profesionales. Son, según se afirma, instrumentos para transmitir información, desarrollar capacidades y formar habilidades en el estudiante y de hecho participan en la formación de su personalidad.

Estos autores también coinciden, al referirse al soporte material del método, que asumen la condición de medio de enseñanza desde su estado físico, en tanto otros, como H. Fuentes lo hacen como mediadores didácticos; para los autores de este artículo las diferencias están solo en el orden de su denominación, pues en esencia no existen diferencias entre uno y otro, de manera que se asumen como mediadores didácticos a partir de su carácter procesal, pues nacen del contenido de la enseñanza y al ser direccionados por el objetivo posibilitan el cumplimiento de los fines y propósitos planteados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Para Homero Fuentes constituyen una variedad de instrumentos, objetos que muchas veces se identifican solamente con equipos sofisticados, pero que también lo constituye la modesta tiza, el borrador y el pizarrón, por demás altamente eficientes e insustituibles. 8

Interesa, a los fines de este artículo, destacar el valor que poseen las publicaciones escritas de valor historiográfico como recursos que, en calidad de mediadores didácticos, pueden ser empleados en el proceso de enseñanza-aprendizaje de Historia de Cuba. Las revistas, como tipo de documento que contiene información histórica, son fuentes primarias portadores de conocimientos históricos, que pueden ser utilizados de conformidad con su potencialidad didáctica en las clases de historia, como fuentes probatorias de los conocimientos que se imparten, lo cual favorece el espíritu de indagación y de argumentación en los estudiantes, como expresa Díaz Pendás al afirmar que: "lo que para el historiador en fuente para el maestro y el alumno puede ser medio de enseñanza…" 7

Es por ello que, dentro las fuentes primarias gráficas o simbólicas, las revistas literarias de una época determinada están consideradas como fuentes primarias gráficas o simbólicas y como fuentes primarias por el grado de originalidad de su creación, porque son utilizadas tanto por el historiador en su interpretación y argumentación de los conocimientos históricos, como por los profesores en calidad de mediadores didácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba.

Las fuentes primarias gráficas o simbólicas, que son utilizadas por los profesores en el proceso de enseñanza-aprendizaje en calidad de mediadores didácticos gráficos son: documentos escritos, publicaciones de una época, mapas, croquis.

Es innegable que el uso de las nuevas tecnologías, como mediadores didácticos, hoy más que nunca está presente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, sin embargo sería totalmente erróneo absolutizar su uso en menoscabo o detrimento de mediadores que son tradicionales, como la palabra del profesor, la pizarra, libros de textos y aunque no es muy habitual, no menos significativo resulta el uso de revistas literarias en función de ese proceso.

Los mediadores didácticos, como soporte material del método, desempeñan disímiles funciones:

  • Sirven de espacio y sustento del proceso y en particular del método.
  • Contribuyen a formar, en los estudiantes, la concepción científica del mundo.
  • Facilitan la formación de cualidades y capacidades cognoscitivas en los alumnos.
  • Permiten relacionar, en la enseñanza, la teoría con la práctica a la vez que posibilitan el desarrollo de habilidades para la comprensión y solución de problemas de la vida práctica.
  • Contribuyen a elevar las posibilidades del maestro para el control del aprendizaje en todas las etapas del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En el caso de la disciplina Historia, los medios de enseñanza o mediadores didácticos son definidos por Horacio Díaz Pendás como aquellas fuentes del conocimiento histórico que constituyen soporte material del método de enseñanza.

Para que los mediadores didácticos sean considerados como tales en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la historia, su existencia misma no le confiere esa condición. Ante todo deben cumplir dos condiciones básicas, a saber:

  • Ser fuentes del conocimiento histórico.
  • Constituir soporte material de los métodos de enseñanza propios de la historia.

En el caso de la primera condición, un mediador didáctico para la enseñanza de la historia en cualquiera de sus clasificaciones ante todo tiene que ser portador de información histórica.

En relación con esto el profesor Horacio Díaz apunta: "…la televisión, por ejemplo, no es en sí misma un medio de enseñanza de la historia, sino un formidable medio técnico en general que sirve para todas las asignaturas. Medio de enseñanza de la historia sería aquella emisión de televisión que tiene contenido histórico (Por ejemplo, los fragmentos de filmes históricos, los mapas, las fotos, los documentos, carteles, esquemas, etcétera que se usan en una teleclase o videoclase). El pizarrón es un medio de enseñanza en general, medios de enseñanza de la Historia serían un esquema lógico de contenido histórico que el profesor elabora en dicho pizarrón, o una llave con las causas de la Guerra de los Diez Años, o una tabla sincrónica que muestra los combates victoriosos de Maceo en Oriente, mientras en el Camagüey se firma el Pacto del Zanjón en febrero de 1878." 9

Ningún mediador didáctico que se utlice puede existir con independencia del método o de los métodos que el profesor selecciona para su clase, sino como apoyo de éstos; de ahí su papel como soporte material del método.

En este orden se coincide con la tesis que sostiene Díaz Pendás al afirmar que en el caso de un documento, el profesor puede usarlo como apoyo a lo que él informa oralmente o como fuente para que estos trabajen de forma independiente. En cada uno de estos casos el documento cumple la función de soporte material del método de enseñanza seleccionado a la vez que es fuente del conocimiento por la información que aporta.

Junto a documentos escritos, las publicaciones periódicas de una época constituyen fuentes primarias gráficas o simbólicos que el profesor de historia puede emplear en sus clases en calidad de mediadores didácticos. En tal sentido la utilización de las revistas literarias como mediador didáctico gráfico en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba, constituye una alternativa valiosa que tienen los profesores, dado su contenido histórico expresado en artículos, documentos, manifestaciones del arte y de la cultura general que resultan valiosos durante las clases en sus diversas formas.

El desarrollo de un auténtico pensamiento histórico en los estudiantes no será posible con una docencia que no se apoye en fuentes primarias gráficas que en calidad de mediadores didácticos gráficos sirvan de apoyo documental a la palabra del profesor.

La utilización de estos mediadores didácticos gráficos en el proceso de enseñanza-aprendizaje está presente en:

1. La autopreparación del profesor. Esto constituye un aspecto medular para cualquier profesor de historia, imprescindible para una preparación en los contenidos más depurada y especializada, pues contribuye a enriquecer el nivel de información que se puede aportar en las clases en cualquiera de sus variantes. Este aspecto contempla las siguientes acciones:

  • Realización de ficheros bibliográficos a partir de la información que contienen los artículos publicados en la revistas.
  • Confección de fichas por autor.
  • Confección de fichas por materias.

2. La inclusión de fragmentos de artículos publicados en las revistas durante el proceso de la clase. La inclusión de fragmentos no puede ser de forma espontánea, sino planificada y bien concebida. Puede ser en:

  • Introducción de un nuevo contenido.
  • Consolidar conocimientos que ya se poseen.
  • Apoyar o confirmar la exposición del profesor.
  • Para introducir una situación problémica.

3. En el desarrollo de clases prácticas y seminarios. Para ello se puede utilizar de manera íntegra el artículo publicado, de acuerdo a las orientaciones emitidas por el profesor en correspondencias con las temáticas contenidas en el programa.

La utilización de fuentes primarias gráficas en calidad de mediadores didácticos gráficos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la disciplina Historia de Cuba:

  • Pone a los estudiantes en contacto directo con fuentes primarias.
  • Inculca en los estudiantes el interés hacia el trabajo con las fuentes.
  • Posibilita el desarrollo del pensamiento creador.
  • Pone al estudiante en contacto con evidencias del contenido.
  • Contribuye al desarrollo de habilidades en el análisis de los hechos históricos.
  • Permitan ilustrar, confirmar y complementar el conocimiento.
  • Permiten introducir nuevas situaciones de aprendizaje.
  • Contribuye a elevar el nivel científico de la enseñanza de la historia.
  • Desarrollan el sentido crítico, en los estudiantes, al arribar conclusiones propias.
  • Enseñan, a los estudiantes, una de las vías más importantes que tienen los historiadores en la obtención de información, lo que fortalece en ellos el respeto hacia la historia como ciencia.

 

CONCLUSIONES

La utilización de las fuentes históricas en el proceso de enseñanza-aprendizaje encuentra su base metodológica en la concepción materialista de la historia. Estas fuentes constituyen la base de todo conocimiento histórico y utilizadas convenientemente por los docentes se convierten en mediadores didácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba.

Desde el punto de vista didáctico, el empleo de las fuentes históricas de carácter documental, gráfico o simbólico, constituye un mediador didáctico de incuestionable valor en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la disciplina Historia de Cuba.

Las fuentes primarias gráficas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en calidad de mediadores didácticos gráficos sirven de apoyo documental a la palabra del profesor y contribuyen a inculcar en los estudiantes el espíritu de indagación científica, lo que prestigia en sus mentes la condición de la historia como ciencia.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Lenin V. Tres Fuentes y Tres Partes integrantes del marxismo. En: Obras Escogidas. t.1. Moscú: Editorial Progreso; 1973. p. 7.

2. Marx C. Prólogo de la Contribución a la Crítica de la Economía Política. En: Obras Escogidas.t.1. Moscú: Editorial Progreso; 1973. p. 518.

3. Reyes González, J. Enseñar historia en las condiciones del nuevo modelo de secundaria básica. Las Tunas: Instituto Superior Pedagógico Pepito Tey; 2006. p.7.

4. Escuela de los Annales. [Internet]. [citado 19 Ene 2016]. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_los_Annales.

5. Díaz H. Sobre la historia y otros temas. La Habana: Pueblo y Educación; 2006.p.10-12.

6. Reyes González JI. Enseñanza de la historia nacional: un enfoque desde lo local [CD-ROM]. Las Tunas. Instituto Superior Pedagógico; 2011.p.23.

7. Díaz H. Enseñanza de la Historia. Selección de lecturas. La Habana: Pueblo y Educación; 2002. p. 104.

8. Fuentes González H. Didáctica de la Educación Superior. La Habana. Editorial Pueblo y Educación. 2004. p. 201.

9. Díaz H. Notas sobre la enseñanza de la historia local, el trabajo con los museos, los monumentos, las fuentes orales. En: Enseñanza de la Historia: lecturas para docentes [CD-ROM]. La Habana: Pueblo y Educación; 2005.

 

 

Recibido: 8 de julio de 2016.
Aprobado: 26 de octubre de 2016.

 

 

Onelia Méndez Jiménez. Universidad de Ciencias Médicas de Granma. Manzanillo. Granma, Cuba. E-mail: onemen@ucm.grm.sld.cu

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